El lavanda es uno de los colores de transformación al más alto nivel espiritual y mental, capaz de combatir los miedos y aportar paz. Tiene un efecto de limpieza en los trastornos emocionales. Nos conectan también con los impulsos musicales y artísticos, el misterio y la sensibilidad a la belleza y los grandes ideales, inspirándonos sensibilidad, espiritualidad y compasión.
Este es un color que en velas no es muy usado, pues tiene una tendencia a despertar en las personas ciertas facultades paranormales que no todos están dispuestos a despertar. Es una vela o un color que no todas las personas puedan usar, no se ajusta a todos.
A algunos les caerá muy bien, en cambio a otras puede no ayudar para nada. Se relaciona con el espiritismo, la magia, los poderes psíquicos, la sensibilidad en general y con el ocultismo. En muchos rituales o hechizos puede encenderse para atraer la armonía en la familia o favorecer la imaginación y la intuición.