Hay momentos, lugares y personas que pasan por nuestra vida. Muchos de ellos no se vuelven a recordar. Como si fueran esos sueños que vives, recuerdas, y al despertar nunca más. En cambio hay otros momentos que nunca se olvidan.
El primer beso, aquella canción, y, sobretodo, ciertas personas. Esa persona que da igual el tiempo que pase, dónde vivas y con quién. Esa que recuerdas en cualquier lugar inesperado, y que sólo con recordarla eres capaz de temblar.
Debemos escribir en la arena… donde el viento y el perdón se encargarán de borrarlo. Por otro lado, cuando nos pase algo grandioso, debemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón, donde ningún viento del mundo podrá borrarlo
Que aunque intentemos disimularlo, hay sensaciones que ni el corazón es capaz de esconder.”
Asun Vidal.