Los Siete Rayos de la Manifestación Divina

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¿Quién soy? Extrañamente, esta pregunta poderosa es una pregunta que parece difícil de responder plenamente. Es una pregunta que cada uno de nosotros (conscientemente o inconscientemente) nos hace cada día de nuestras vidas. De hecho, no es una exageración decir que todos los aspectos de la vida son arenas en las que buscamos respuestas a esta pregunta. Aunque a veces difícil de reconocer, nuestras relaciones personales, la carrera que seguimos y las creencias que mantenemos son intentos inconscientes de responder a esta pregunta desconcertante. Cuando se mira desde una perspectiva espiritual, es la búsqueda del alma que es nuestra búsqueda. Pero, ¿cómo reconocemos al alma interior? ¿Y la naturaleza del alma es la misma para todos? La tendencia es creer que cada alma humana expresa las mismas cualidades esenciales.

Tales suposiciones, sin embargo, son sólo parcialmente verdaderas. Aunque todas las almas están inherentemente condicionadas por el amor, más allá de esta comunidad existe una variación significativa. El propósito de este artículo es introducir los siete tipos fundamentales de almas en el mundo actual. Antes de describir cada tipo de alma, es importante comentar brevemente la naturaleza de la luz, pues proporciona una analogía importante que ayudará a comprender la variación del alma. Cuando la luz blanca se proyecta a través de un prisma se divide en los siete colores del espectro visible. Cada color es único en sí mismo, y cada uno nos afecta un poco diferente.

Por analogía, cuando examinamos las religiones del mundo, también vemos que la luz se usa como símbolo de la divinidad, la Luz de Dios. Y así como la luz blanca se divide en siete colores, también la Luz de Dios se expresa en siete cualidades. En la Filosofía Esotérica antigua, estas divisiones de la luz divina se conocen como los Siete Rayos, y cada alma humana se encuentra en uno de ellos.

Descripción de los Siete Rayos, Vamos a discutir ahora las diversas características de los Siete Rayos. Es importante saber que, aunque breve, cada una es una descripción de un tipo de alma. En verdad, los Siete Rayos condicionan todos los niveles de la existencia humana, incluyendo los diversos aspectos de la propia personalidad (yo inferior). De hecho, todos los rayos condicionan a cada uno de nosotros. Hay diferencias entre las personas están relacionados con el vehículo de la conciencia que un rayo está trabajando a través.

Por ejemplo, un rayo particular puede condicionar la naturaleza emocional de un individuo. Sin embargo, para otra persona ese mismo rayo puede condicionar el cuerpo mental de su personalidad. Sin embargo, con el propósito de introducir los Siete Rayos, describirlos desde la perspectiva del alma parece más apropiado.

Rayo 1 – El Rayo de la Voluntad y Propósito Divinos.

La intención de este Rayo es revelar el Propósito de la Divinidad dentro del reino humano. Toda la vida está evolucionando, y es el objetivo de este Rayo suministrar el poder y la dirección a este movimiento evolutivo. Por lo tanto, la función del Alma del Primer Rayo es expresar el poder del propósito divino a través de la fuerza amorosa y la visión unidireccional. Su papel es romper aquellas formas que ya no expresan adecuadamente el Amor de Dios. En los registros antiguos, este gran rayo se llamaba El Rayo que Aniquila, pues libera la Vida Divina de modos extraños de expresión externa. Y, al hacerlo, libera la Vida para que pueda buscar nuevas formas a través de las cuales expresarse más radiantemente.

Rayo 2 – El Rayo de Amor y Sabiduría.

El Segundo Rayo condiciona la vida con el Amor Divino. Su papel es revelar la unidad que subyace a toda la diversidad aparente dentro de la creación. El amor, tal como se revela a través de la compasión y la comprensión, es cómo se expresa este rayo para aquellos cuyas almas están condicionadas por ella. Es el rayo de exclusividad, y relaciona todas las cosas entre sí revelando el amor que subyace a los acontecimientos externos. Uno de los nombres antiguos de esta radiación divina es el Imán Cósmico, porque atrae todo a sí mismo. Aunque todos los rayos son cruciales para el desarrollo de la humanidad, ninguno tiene mayor importancia que el Segundo Rayo. Porque según el registro antiguo, es este rayo que gobierna la vida de todo nuestro sistema solar.

Rayo 3 – El Rayo de Inteligencia y Actividad.

El Tercer Rayo se relaciona con la expresión de la Inteligencia Divina. Esencialmente, es este rayo que proporciona la inteligencia subyacente en toda la naturaleza. Con respecto al reino humano, es la fuerza que anima el pensamiento humano. Su propósito es revelar la Mente de Dios dentro de la conciencia de la humanidad, así como dar entendimiento espiritual a toda actividad humana. Para esas almas en el tercer rayo, su propósito es revelar la mente de dios demostrando la interconexión de todas las ideas. Además, este es el rayo más asociado con el karma, porque contiene el recuerdo de lo que era, así como lo que debe ser. Por esta razón el nombre primitivo usado para identificar este rayo era El Guardián de los Registradores.

Rayo 4 – El Rayo de la Armonía a Través del Conflicto.

El cuarto rayo es la fuerza que crea un sentido de equilibrio y belleza en la creación. Dentro del universo manifestado, toda la existencia se percibe dualísticamente. De hecho, todas las experiencias se pueden ver de manera opuesta. La función de este rayo es encontrar el equilibrio y la resolución de estas dualidades guerreras siempre presentes en la experiencia humana. Las personas gobernadas por el Cuarto Rayo tienden a ver de inmediato ambos lados de las perspectivas opuestas y procurarán perseverar en armonizarlas. La belleza de la Divinidad es lo que se busca, porque cuando se alcanza la armonía surge la belleza. Dentro de todas las expresiones de la vida hay una semilla oculta de armonía espiritual, y es lo que el alma del Cuarto Rayo anhela encontrar. Por esta razón, uno de los nombres antiguos para este rayo es La Semilla que es la Flor.

Rayo 5 – El Rayo del Conocimiento Concreto y la Ciencia.

El quinto rayo es el que clarifica la divinidad a través de la búsqueda del conocimiento correcto. Su función es crear en la conciencia humana la capacidad de discernir la Verdad de la ficción. El examen científicamente preciso de la realidad da claridad a lo que se observa en nuestro mundo. El que tiene alma en el Quinto Rayo a menudo dedica su vida a encontrar soluciones (la verdad) a los problemas que enfrenta la humanidad. Su propósito espiritual es demostrar que el conocimiento añade entendimiento a la naturaleza del Espíritu que subyace a todo lo que presenciamos en la creación. En los archivos, este rayo se llamaba El Dispensador del Conocimiento como una manera de proclamar su misión.

Rayo 6 – El Rayo del Idealismo y la Devoción.

Este es el rayo que trae visión y aspiración espiritual a la humanidad. De hecho, su mandato es otorgar la Verdad de la Divinidad a los receptivos a ella. Durante los últimos siglos, esta radiación ha moldeado en conciencia humana un anhelo por el espíritu interior. Ha levantado nuestros ojos a la mirada hacia arriba, y saber que algo mucho más grande que la vida (como la conocemos) espera a los que aspiran hacia la luz interior. Las personas cuyas almas residen en el Sexto Rayo tienden a dedicar sus vidas a ideales que tienen el poder de elevar a la humanidad al reino del Espíritu. Para ellos, el camino a la iluminación es dejar ir el deseo humano, porque el deseo es reconocido como un ancla que impide que uno suba. En el lenguaje primitivo, este rayo se llamaba a menudo El Negador del Deseo.

Rayo 7 – El Rayo del Orden y la Magia Ceremoniales.

El Séptimo Rayo es más conocido por traer orden del caos. Su propósito es proporcionar la energía necesaria para traducir las ideas espirituales en realidades tangibles. A través de su influencia, la Manifestación de la Divinidad es posible. Este rayo influye en la humanidad para crear exteriormente según la intención divina. Un individuo con un Alma del Séptimo Rayo es el verdadero mago. Él o ella es naturalmente capaz de crear un cambio positivo en el mundo. Esto se logra a través del poder de la palabra hablada o escrita, y la capacidad de construir formas externas que pueden anclar principios espirituales profundos. Tal persona entiende el poder mágico del habla como un instrumento para crear nuevas formas a través de las cuales la divinidad puede ser expresa.

Por lo tanto, no es sorprendente que el antiguo nombre de este rayo es El Guardián de la Palabra Mágica.

Observaciones finales: Desde una perspectiva hay verdad en la noción de que todas las almas son iguales, porque cada alma humana es una radiación procedente de la Luz única, que es la Vida Única (Dios). Sin embargo, al considerar al alma tal como se expresa a través de la personalidad, todas las almas no son idénticas. Como he intentado ilustrar brevemente, hay siete tipos de almas, cada una de las cuales transmite una calidad y una intención divinas únicas.

Cada uno tiene algo espiritualmente esencial para transmitir, y esto como una función del servicio a la mejora de la humanidad.

El viaje a la iluminación es más que simplemente encontrar el alma profunda dentro de uno mismo.

También es importante discernir su naturaleza y calidad. A través de tal realización, más del alma se puede expresar eficazmente en la vida.

En verdad, conocer la calidad (rayo) del alma es descubrir la única misión espiritual que estamos aquí para cumplir.

Fuente: meader.org