Podemos iniciar mencionando que el “SEXO ES SAGRADO” a diferencia de otras religiones que son patriarcales como las judeocristianas, que le han dado una muy mala propaganda a la sexualidad del ser humano satanizando la libertad para su práctica y su muy importante disfrute, toda vez que para estas religiones el sexo es algo pecaminoso, sucio, y perverso por lo que se reduce a la culpa por el hecho de que no lo practiques solo para la procreación, que si bien es cierto que es una de sus finalidades, no es la única o de mayor importancia.
Requerimos ver en el sexo su esencia sagrada y mágica ya que mediante el, él ser humano experimenta en todos los niveles la realidad, siendo esta la expresión más sublime de vida que podamos ver y sentir.
Desgraciadamente las creencias y formas de pensamiento implantadas y auto implantadas en nosotros por nuestra familia, sociedad, medios de comunicación y las religiones dominantes han hecho que vivamos siendo esclavos y presas de nuestras limitaciones en el marco de nuestra sexualidad ya que se le otorgan cargas dañinas al hecho de solo disfrutar el erotizarnos, masturbarnos y el tener relaciones sexuales tanto maritales como pre maritales encaminadas a un fin hedonista, de tal modo que existe una gran represión hacia la libre expresión de nuestra sexualidad como a las formas de su práctica, llevándonos esto a que nuestra energía se encuentre estancada y nuestra conexión espiritual limitada y reprimida lo que influye de formas destructivas al relacionarnos con nosotros mismos, familia, amigos, sociedad y nuestro entorno.
Como podemos apreciar manejamos nuestra sexualidad de manera responsable, mágica y sagrada ya que somos conscientes de su enorme poder para crear y transformar nuestro universo, vemos como nuestra expresión sexual impacta poderosamente a la realidad por esta razón estudiamos y practicamos mágica y espiritualmente la sexualidad ya que conocemos que mediante la energía sexual podemos trabajar nuestro poder creador y transformador y así de esta manera conectarnos con nuestra espiritualidad y divinidad percibiendo como nos encontramos unidos a ella.
También como paganos nos damos cuenta como esta magia sexual da vida a todo lo que existe en nuestro universo, con su poder y energía de contracción y expansión, viendo estos movimientos en los ciclos dentro de la propia naturaleza expresándose en los 8 aquelarres solares/agrícolas donde podemos experimentar como la energía sexual en períodos se encuentra despierta y activa y en otros quieta y dormida, esperando a despertar para iniciar nuevamente el ciclo donde danzan la energía sexual femenina manifestación de la Diosa y la energía sexual masculina manifestación del Dios, así como los 13 esbats celebrando los ritmos cíclicos de la Diosa manifestándose en cada período lunar.
La magia y el sexo se integran en sus trabajos mágicos y rituales, tanto de iniciación, ritos de paso como en las mismas celebraciones de la rueda del año toda vez que nuestra relación con la naturaleza y el universo es muy íntima y reconocemos como en todas sus manifestaciones de fertilidad, abundancia y vida se encuentra esta poderosa magia sexual transformando todo lo que toca a su paso.
Así como hacían nuestros ancestros sus ritos de fertilidad en medio de los bosques, playas, selvas, valles y montañas por medio de la magia sexual incitaban a que la tierra fuera fértil para la siembra y posteriormente para tener una cosecha abundante, de lo anteriormente expuesto podemos ver como la energía sexual y la magia siempre han estado conectadas para la manifestación de la vida y la conexión con lo divino, con nuestra espiritualidad como nuestra integración con la Diosa y el Dios de tal manera que el SEXO ES SAGRADO, de donde toda la creación y vida proceden.
MEJORAR LA VIDA SEXUAL EN PAREJA
Hay otras veces en que los problemas que hay durante el sexo o la inapetencia son cosa de dos, por lo que ambos deben ser partícipes del proceso de algún modo.
Uno de los rituales que existen para mejorar esta situación consiste en colocar en una mesa un plato blanco (sin decoración) en el que colocaremos un poco de agua y sal.
Después añadiremos sustancias relacionadas con la pasión, como son la canela, la pimienta y un hueso de aguacate. Junto al plato ha de estar una foto de vosotros dos -habréis de estar solos.
Encenderemos una vela roja y la sujetaremos encima del plato de tal modo que se derramen tres gotas sobre el hueso de fruta y siete sobre el agua. Mientras lo hacen recitaremos tres veces la siguiente frase: «que toda la pasión sexual de este ritual se concentre en el hueso, y de ahí pase a mi amante». Al acabar el hueso de aguacate ha de colocarse bajo la cama.
«Conocete a ti, y conocerás el Universo»
Asun Vidal.
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