El Holocausto fue uno de los períodos más violentos, crueles y devastadores de la historia humana. Sin embargo, en medio de la destrucción, el odio y el dolor, en varias partes aparecieron ángeles de carne y hueso para guiar a los indefensos y darle fortaleza a los débiles, todos víctimas de la locura nazi.
Pero, para entender mejor sus motivaciones, es necesario conocer un poco la historia de esa gran mujer. Irena nació el 15 de febrero de 1910 en Varsovia, Polonia. Su padre, un reconocido médico llamado Stanislaw Krzyżanowski, murió de tifus cuando ella tenía sólo 7 años de edad, contagiado por pacientes que sus colegas habían rechazado debido a su condición tan contagiosa.
Eso dejó una impresión notable en su hija, mostrándole que se debe hacer todo lo posible por ayudar a los necesitados.
Los escondió en ambulancias ya ocupadas por pacientes gravemente enfermos, en carretas, en bolsas de basura, y hasta en ataúdes (en ocasiones les suministraba narcóticos a los niños para simular que estaban moribundos, o para que se durmieran y no fueran a delatarse por miedo o desesperación).
En total, se salvaron más de 2.500 niños gracias a Irena, y es por eso que, además de múltiples premios y reconocimientos, en 2007 fue nominada al premio Nobel de la Paz.
Desafortunadamente, “El Ángel de Varsovia”, murió un año después, a la edad de 98 años. Pero será mejor que conozcas su historia más a detalle en el siguiente vídeo:
Fuente: perfecto.guru