Por eso aquel que quiera protegerse de un brujo debe cuidarse de mirarlo.
El hombre que se entrena para realizar actos de magia o de brujería saca todo el partido que puede de su mirada.
Se puede hechizar con la mirada. Dicen que los ojos son la luz del alma, tal vez lo que esto quiere decir es que los ojos revelan lo que tú eres interiormente.
Y así como puedes mostrarte con los ojos también puedes atrapar y hechizar con la mirada.
Por medio de diversos entrenamientos específicos este hombre puede lograr verdaderas hazañas tan solo utilizando los ojos. Porque la mirada es fuente de poder.
Por medio de la mirada el brujo puede modificar diferentes zonas de su cuerpo energético, puede trasladarse en el espacio, puede ver lo que hay detrás de la realidad común, puede hacer actos de brujería.
Hay miradas que matan y otras que enamoran. Algunas veces, una mirada puede penetrarnos hasta el fondo del alma, y otras suele fulminarnos en segundos. No hay una parte del cuerpo que tenga mayor carga emocional que los ojos. Ellos delatan nuestro cansancio o tristeza, descubren nuestra alegría y suelen decir más de lo que las palabras pueden hacerlo.
El poder de la mirada, lo que puede hacer el hombre común, primeros pasos.
Usted tiene un gran poder, ese poder no está afuera, ese poder está dentro.
Popularmente se sabe que la mirada es muy potente. De allí viene la costumbre que tienen algunas culturas que no dejan que se mire fijamente a los niños.
Se sabe además que la mirada de una bruja o un brujo puede ser fatal en algunas ocasiones.
Por medio de los ojos la bruja puede hechizar a un hombre y hacerle hacer lo que ella quiere.
Por eso existe esa sabiduría que aconseja no exponerse a la mirada potente de nadie, porque desde la antigüedad se sabe que hay personas muy poderosas que utilizaban la mirada para fines bajos y egoístas, para hacerle daño a otro.
La magia blanca o brujería blanca nunca quiere hacerle mal a otro ni hacerle daño. La bruja blanca tiene que controlar sus instintos y sus intenciones, controlar sus pensamientos para no dañar a otros, porque hasta los pensamientos pueden ser poderosos.
Hechizar con la mirada: La intención
Al mirar a un hombre del que quieres obtener algo tienes que pensar fuertemente en lo que quieres sin darle a entender tus intenciones. Esto es muy importante. Mientras lo miras repítete para tus adentros aquello que quieres conseguir pero pon especial atención en no mostrarle a él tú intención.
Esta forma de hechizar con la mirada era un conocimiento que se utilizaba en la brujería antigua y se llamaba “engaño”. El arte del engaño implicaba tener los ojos dispuestos y entrenados y se hacían muchos ejercicios para eso.
Hechizar con la mirada: Ejercicios
1-Sientate frente a una vela encendida preferentemente blanca y mírala fijamente sin pestañear el mayor tiempo que puedas.
Luego cierra los ojos e intenta reproducir la vela y su luz en el entrecejo. Trata de ver la imagen de la vela y la luz dentro de ti entre los dos ojos.
Puedes repetir el ejercicio las veces que quieras, cuanto más sostengas la mirada sin pestañear, mejor.
2-Sientate en posición cómoda en una habitación lo más vacía posible. Gira los ojos a la izquierda y luego arriba, luego a la derecha y luego abajo.
Haz este ejercicio en forma mecánica que logres girar tus ojos en redondo. Puedes hacer este ejercicio las veces que quieras. Si te cansas detente.
Hechizar con la mirada no es fácil, aquí te dimos herramientas para que comiences a experimentar. Recuerda que hay que practicar mucho para tener maestría.
Su mirada empezará a tener poder, será poderosa y comenzará por medio de ella a lograr sus objetivos.
¿Quiere seducir al hombre que le gusta?
No basta con mirarlo seductoramente. Su mirada tiene que ser una intención bien específica que se cuela en la mente por medio de los ojos del otro para lograr lo que usted necesita.
Esto parece simple y lo es, pero lo simple no significa lo trivial ni lo superfluo.
La mirada aplicando la intención es algo utilizado desde tiempos remotos.
Luego, recuerde este segundo consejo que debe realizar en esta práctica. Siempre debe descansar la mirada. Cerrando los ojos y no pensando en nada, tratando de meditar en esa sensación de descanso.
Esto es una pequeña guía. Los expertos nos dirán que son pequeños pasos, pero con estos pequeños pasos usted puede lograr grandes cosas.
El poder de la mirada es enorme.