La entrada al inframundo maya que redefine Chichén Itzá.
Chichén Itzá, la Ciudad de los Dioses del Agua, ha revelado uno de sus muchos secretos; uno que ha permanecido oculto por más de mil años. Se trata de una cueva, que es un santuario maya subterráneo en perfectas condiciones de preservación.
Después de dar aviso a las autoridades, el arqueólogo Víctor Segovia Pinto la recorrió y elaboró un informe que reportaba el hallazgo de enormes cantidades de material arqueológico. No obstante ello, por motivos que aún se ignoran, la cueva fue cerrada y los informes se extraviaron.
Las historias del lugar cuentan que el arqueólogo fue advertido por los lugareños sobre «cosas malas» que podrían ocurrir si se ingresaba al lugar sin permiso y «aires malos» que enfermarían a cualquiera que profane el santuario.
Dentro de la cueva, a la que se accede mediante pasadizos extremadamente estrechos, fueron hallados elementos rituales que los antiguos mayas ofrendaron a Tláloc.
Se trata de una colección de 200 objetos en perfecto estado de preservación.
Entre otros, fueron hallados jarrones, incensarios, platos decorados y vasijas con una datación superior a los mil años.
El análisis arqueológico permitirá una mejor comprensión de las condiciones culturales y climáticas durante la construcción de Chichén Itzá.
Fuente: noticieros.televisa.com