“Una de tantas noches en el desierto, los Reyes Magos acampaban alrededor de una fogata mientras bebían un espumoso y aromático chocolate caliente…
Ah! ¡El de las 12 velas blancas bañadas en agua es muuy bueno! –dijo Gaspar muy convencido.
Yo prefiero el ritual de las maletas en la puerta y el calzoncillo rojo para el amor y otro amarillo para el dinero, -fue la contundente respuesta de Baltasar.
¡No lo creo! ¡Es poco efectivo! Es muchísimo mejor poner 13 monedas doradas en una bolsa roja durante la cena, -sentenció un cuarto mago.
Y así, los sabios de Oriente discutieron con pasión durante horas sin llegar a un consenso sobre el mejor amuleto para la buena fortuna.
Agotados, los reyes magos dejaron de hablar y los envolvió un profundo silencio; y mientras miraban absortos las llamas del fuego tuvieron una epifanía. Fue entonces, cuando al unísono todos exclamaron: ¡El mejor amuleto eres tú mismo…!”
Un ritual es la manifestación externa de un cambio interior del que decide hacerlo.
El mejor amuleto eres tú mism@, porque tú eres la fuente de su poder.
Haz un sencillo ejercicio para comprobarlo: Acomoda tu habitación, ordena tu armario, escritorio y salón.
Lo que tú quieras. Al final, notarás una sensación de bienestar y energía positiva que te recorren y verás que si tú cambias, la realidad cambia.
Aquí lo difícil es empezar a trabajar… ya encarrilad@ lo demás se te dará por añadidura.
Asun Vidal.