Su objetivo en la Edad Media era convencer y convertir a la gente y se cantaban en latín
Año tras año uno se va dando cuenta que ya se acerca la Navidad debido a toda la decoración que nos rodea desde el mes de noviembre que, junto a las llamativas luces y el típico árbol navideño, acompañan a otro de los elementos fundamentales de esos días: los villancicos.
Suenan por los altavoces instalados en cualquier centro comercial, tienda o por céntricas calles. Los niños van pasando por las casas cantándolo en busca del aguinaldo e incluso nosotros mismo los cantamos junto a la familia y amigos tras cualquiera de los banquetes navideños.
En su origen (Edad Media), estas alegres canciones nada tenían que ver con la Navidad, religión o el nacimiento de Jesús, sino que se trataba de alegres composiciones que se cantaban en el mundo rural y cuyo fin era ir explicando los acontecimientos que habían sucedido en las villas (amores y desamores, fallecimientos y/o todo aquello que era de interés del pueblo). Por decirlo de un modo sencillo, eran un noticiero rural en forma de canción.
Al ser cantado por los habitantes de las villas pasó a conocerse a estas composiciones como villancicos.
Miembros eclesiásticos vieron en este tipo de canción sencilla y pegadiza la forma perfecta para divulgar su mensaje evangelizador, por lo que empezaron a adaptarse numerosas coplas con motivos religiosos y, sobre todo, con sencillas cantinelas relacionadas con el nacimiento de Jesús y la Navidad (cabe destacar que la iglesia ya tenía desde mucho antes sus propias composiciones musicales, pero la forma del villancico les iba la mar de bien, al tratarse de canciones sencillas, rima fácil y letras pegadizas que podías ser memorizadas por cualquier persona).
Este tipo de villancico se popularizó rápidamente, convirtiéndose en canciones ampliamente interpretadas en las iglesias durante los oficios religiosos y que después eran cantadas por el pueblo en sus reuniones familiares, siendo una manera rápida y eficaz de llevar a muchísimas más personas el mensaje del evangelio.
Desde entonces, y hasta llegar a nuestros días, el concepto, rima, letras y melodías ha ido evolucionando a lo que hoy conocemos como villancico.
En el pueblo austríaco de Oberndorf, justo ante de la Misa del Gallo de 1818, el sacerdote Joseph Mohr descubrió que el órgano había dejado de sonar. El cura pensó en un poema que él mismo había escrito y se lo llevó a Franz Xaver Gruber, organista y director del coro, que a prisa compuso una pieza en el que un tenor, una soprano, un coro y una guitarra, pudieran salvar la noche.
El órgano se estropeó de nuevo en 1833 y Karl Mauracher, que vino a repararlo, encontró la partitura, la copió y se la llevó a su pueblo. La canción se extendió por Europa, llegó a Estados Unidos y fue traducida a más de 300 idiomas. Así nació y se expandió Noche de Paz.
A menudo, se ha dicho en Internet que el villancico, en origen, era una especie de noticiero rural: canciones propias de pastores que la iglesia adaptó a la temática religiosa. A la vez que se asegura que surgió en el siglo XV y en un entorno secular, también hay quienes afirman que el más antiguo lo compuso un religioso once siglos antes.
Entonces, ¿cuándo surgieron los villancicos?
Mari Carmen Gómez Muntané, musicóloga especializada en los repertorios de la Edad Media y del Renacimiento y experta en villancicos, asegura que su origen no es popular. “Se empieza a cantar en entornos eclesiásticos y sustituyó a los responsorios que se cantaban en el servicio de maitines de la Navidad”, explica a Verne.
En la Edad Media, muy pocos entendían la letra, que era cantada en latín. Esto hacía complicado alcanzar el objetivo: convencer y convertir a la gente. Así nacieron los villancicos, cuya seña de identidad era que se cantaban en lengua vernácula.
En su popularización tuvieron un papel determinante “la Catedral de Toledo y el hecho de buscar atraer a la iglesia a los moriscos de Granada, tras su Reconquista”.
Villancico, canción de Navidad o ensalada
Las diferencias entre los géneros villancico y canción de Navidad se han ido difuminando a lo largo de los siglos, a tal punto que hoy llamamos villancico a ambos.
De ahí la confusión: “Cuando se empezaron a cantar villancicos en la iglesia, lo que se cantaba fuera de ella que no tuviese que ver con un tema religioso eran canciones, no villancicos”, aclara Muntané.
A Belén pastores
¿Quién no se ha preguntado por qué los pastores son omnipresentes en Belén y en la música de Navidad?
La aparición constante del pastor en las canciones navideñas es otra de las razones que atribuyen falsamente al villancico un origen rural.
Habría que diferenciar el villancico protagonizado por pastores y la pastorada leonesa, porque, según afirma Muntané, “una cosa es lo que cantan los pastores, que tiene que ver con el drama litúrgico medieval, y otra cosa el villancico que es un género que no se representa”.
Zavala, que investigó la figura del pastor músico en su tesis doctoral, explica que las artes plásticas de la Edad Media lo convirtieron en una imagen constante en el Nacimiento de Cristo.
Esta representación “se da especialmente en el Barroco, coincidiendo con la proliferación de los villancicos”.
El villancico tuvo sus equivalentes en otros países como Portugal, donde lo llamanvilancete y cantinela. En el mundo anglosajón, donde el latín se mantuvo durante más tiempo en los géneros litúrgicos, surgieron las carols o Christmas Carols.
Los franceses los llaman nöels, los italianos canzonetta di Nataley para los alemanes son Weihnachtslieder.
El villancico pronto llegó a América y se convirtió en “un instrumento literario y musical de conversión”.
Las negrinas de Hispanoamérica, comúnmente consideradas villancicos protagonizados por indígenas para favorecer la evangelización, pertenecerían, en realidad, al género de la ensalada.
Es a partir de entonces cuando el villancico se canta con motivo de otras festividades religiosas como el Corpus Christi, así como para alabar a algunos santos.
Tal fue su popularidad que “hubo quien llegó a escribir que si no se cantaban los villancicos la gente no iba a misa”.
Y después de contarte todo esto, lo normal es que te apetezca escuchar villancicos. Si no, eres el Grinch y nos caes mal.
Aquí te dejamos unos cuantos y, además, te pido que me dejes el favorito tuyo!!
Muchos besos y disfrutar de esta época tan especial!!!
Asun Vidal.
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